lunes, 4 de enero de 2010

Viale

Se hace una ley el recordar. Los que vivieron la mayor parte de sus vidas en el pueblo compiten por la memoria más exacta. Los almacenes de Ramos Generales invitan al tiempo a permanecer. Los relojes parecen correr más despacio.

Conocí Viale a través de los relatos de mi abuela Elena. Mi abuelo Jacobo Israelson fundó una tienda de Ramos Generales en 1908 y ella lo acompañó en 1920 llegando a cofundar la primera escuela Normal. Rastreando esta historia familiar llegué al pueblo encontrando mucho más que viejos recuerdos. A través de la calidez que me brindaron sus habitantes conocí una ciudad que conserva su historia. El silencio y el lento transcurrir de las horas quizás ayudan a esta permanencia de la memoria. Sin embargo, a pesar de la fuerte presencia del pasado, el tiempo es inflexible y lo que hoy parece eterno pronto cambiará y esto es inevitable. Hoy en día las transformaciones suceden con mayor aceleración, son desparejas pero finalmente terminan cubriéndolo todo.





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