Conocí Viale a través de los relatos de mi abuela Elena. Mi abuelo Jacobo Israelson fundó una tienda de Ramos Generales en 1908 y ella lo acompañó en 1920 llegando a cofundar la primera escuela Normal. Rastreando esta historia familiar llegué al pueblo encontrando mucho más que viejos recuerdos. A través de la calidez que me brindaron sus habitantes conocí una ciudad que conserva su historia. El silencio y el lento transcurrir de las horas quizás ayudan a esta permanencia de la memoria. Sin embargo, a pesar de la fuerte presencia del pasado, el tiempo es inflexible y lo que hoy parece eterno pronto cambiará y esto es inevitable. Hoy en día las transformaciones suceden con mayor aceleración, son desparejas pero finalmente terminan cubriéndolo todo.






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